Leo Buscaglia: Vivir, Amar y Aprender

¿No te ha tocado que abres un libro, lees las primeras líneas y le sigues, le sigues, le sigues?...¿Nos has tenido la sensación de que lo que estás leyendo ya lo sabías con anterioridad? ¿O, al menos, eso era lo que tu intuición te decía hace ya tiempo?
Esa experiencia tuve la primera vez que abrí las páginas de Vivir, Amar y Aprender (Loving, Living and Learning). Me encontraba en una de las librerías más grandes que he visitado en los Estados Unidos, y ésta fue la recomendación que me hizo el empleado que me atendio entonces. Subí al quinto piso donde se encontraba la sección de educación, y las siguientes dos horas y media estuve "devorando", tirado en el piso muy al estilo gringo, casi todas las páginas de este libro. Esto fue hace algunos once o doce años. Desde entonces, el Doctor Leo Buscaglia es uno de mis autores favoritos.
El título lo dice todo; el lector encontrará bellos e inspiradores relatos sobre el arte de vivir, el verdadero significado de amar y los retos y riesgos que conllevan el proceso de aprender -y enseñar-. Buscaglia recurre a sus conocimientos y formación como educador, para hablar sobre la educación, desde una perspectiva experiencial, holista y sobre todo, como una necesidad en donde el afecto, -o amor, como él dice-, toma un papel fundamental. En sus planteamientos, uno lee profundas tesis de los clásicos de la filosofía, la educación, la sociología, la política, y sobre todo, de las grandes tradiciones espirituales del mundo. Una de las cosas que hace de este libro una verdadera joya, es que Buscaglia recurre, para transmitir su mensaje, a citas de grandes autores de la literatura -a veces casi desconocidos-, que en forma casi mágica y coincidente, refuerzan la profundidad del tema que en ese momento se discute.
Asi, el lector se encontrará con pensamientos inmortales desde Platón, Rogers y Castaneda, hasta los de Saint Exúpery, Bach y Thoreau, por mencionar sólo algunos. Mención especial merecen diversos pensadores de la tradición Zen Budista, en la cual el autor se involucró durante un viaje que hizo por Asia casi por un año. Vale decir que al regresar de este viaje, solicitó su reincorporación como maestro en la Universidad del Sur de California, impartiendo por primera vez en la historia de los programas de estudio universitarios, una clase llamada Amor. Cuenta Buscaglia que inicialmente tuvo seis alumnos; después de un año, había lista de espera por aproximadamente tres mil quinientos que deseaban ingresar a este curso.
Para concluir, quiero decirte que si quieres darle un poco de Caldo de Pollo al espíritu, Vivir Amar y Aprender seguramente colmará esa sed y hambre que todos tenemos, de vivir una vida llena de significado. Vale la pena saciar esa sed, a fin de cuentas es lo que nos hace plenamente humanos.